Vapeo y el medioambiente

No es de extrañar que en los tiempos que corren la preocupación por los temas ecológicos y medioambientales haya afectado también a la cultura del vapeo. Se prevé que para 2021 habrá más de 55 millones de vapeadores en el mundo. Como vapeadores a muchos nos preocupa también la salud del medioambiente y existen ciertas cosas que podemos hacer para cuidarlo. Por eso vamos a daros aquí algunas claves y consejos que pueden hacer vuestro vapeo mucho más ecológico, además de ver cómo el vapeo es también mejor que el propio tabaco para el medioambiente.

Eliminación de los filtros

Los filtros de los cigarrillos son uno de los desperdicios más comunes y, pese a lo que la mayoría de la gente suele pensar, los filtros no son desechos completamente biodegradables. En su lugar se convierten en microplásticos que contienen multitud de sustancias y toxinas y que se pueden filtrar al suelo y al agua.

Vapear es una opción más segura que contribuye a la reducción de los desechos relacionados con el tabaco y asociados al impacto medioambiental.

La deforestación

El cultivo del tabaco ha dado como resultado la pérdida de millones de hectáreas de bosques tropicales que han contribuido a aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, llegando a causar daños potencialmente irreversibles.

Además, más de 4 millones de hectáreas de suelo fértil se han visto debilitadas debido a la práctica del cultivo de tabaco como monocultivo. Esta forma de cultivar la tierra lleva al aumento de la dependencia de los pesticidas y fertilizantes artificiales, cuyos efectos en el medioambiente son enormemente perjudiciales.

El humo

El humo de los cigarrillos contiene multitud de sustancias químicas que contribuyen a la contaminación del aire. El humo del tabaco cree partículas que se mezclan con el aire y que pueden ser causantes del asma, bronquitis, además de enfermedades pulmonares y cardíacas. El riesgo de estas enfermedades no es únicamente para el fumador, sino también para los fumadores pasivos que se ven afectados por dicho humo.

El vapeo no produce humo y, a día de hoy, no se ha asociado ninguna enfermedad o riesgo por ser vapeadores pasivos. El vapor de los cigarrillos electrónicos contiene niveles bajos de sustancias químicas pero, a diferencia del humo del tabaco, no afecta prácticamente los niveles ambientales.

Consejos para un vapeo eco-responsable

Gran parte de los dispositivos de vapeo utilizan baterías de iones de litio, que poseen una amplia vida útil y que son recargables. Cuando llegue el momento de cambiar la batería (o el propio dispositivo en caso de que lleve la batería integrada), hay que asegurarse de reciclar la antigua en los puntos diseñados para la recogida de pilas o en puntos verdes, y no arrojarlas en los contenedores destinados a otro tipo de residuos o materiales. Es fácil encontrar ese tipo de recipientes para recoger pilas usadas en supermercados además de en algunos lugares de trabajo. Algunos de los materiales de los que están hechas las baterías pueden ser reutilizados, evitando necesitar más materias primas y ahorrando recursos naturales.

Siguiendo con el tema de las baterías, hay que recordar que un buen uso aumenta la vida útil de las baterías. Hay que procurar apagar el cigarrillo electrónico cuando no lo estemos utilizando. También realizar la carga del dispositivo únicamente hasta que está totalmente cargado y no dejando que se cargue toda la noche, lo que puede llevar a reducir la vida útil de la batería en muchos casos, y aún en el mejor de los casos es un desperdicio de energía, lo cual nunca es bueno para el medioambiente.

Para estar más concienciado con el medio ambiente, es preferible utilizar dispositivos recargables y que no sean de un único uso, que son menos respetuosos con el medioambiente sobre todo por el mayor uso de recursos que necesitan y que no sean reutilizables. También ayuda el pasarse a frascos de e-líquidos de mayor tamaño (50 o 100ml). Hoy en día casi todas las marcas trabajan con shortfills además de los clásicos tamaños pequeños de 10ml.

Hoy en día existen multitud de sabores y mezclas. En muchas ocasiones, podemos comprar un sabor pensando que nos gustará y que no sea así (o que al cabo de unos días acabemos cansados). Es preferible no deshacernos de los líquidos por el desagüe o en papeleras para evitar que pueda tener algún efecto. Lo mejor, primero, es compartirlo con alguien de nuestro entorno que también vapee. Otra opción sería intentar mezclarlo con otros líquidos que le den otro toque distinto. Si debemos tirarlo, es preferible tirarlo sobre papel de cocina, arena de gato o algún material eco-absorbente y después arrojarlo a la basura.

Los frascos de e-líquido están, por lo general, hechos de plástico o cristal, por lo que a la hora de deshacernos de ellos debemos tirarlos en el contenedor correspondiente.

Algo recomendable para un vapeo más ecológico y respetuoso con el medio ambiente es reducir el impacto que deja nuestra huella medioambiental. En general, no solamente hablando sobre el vapeo, el uso de productos nacionales reduce la huella medioambiental (menos consumo de combustibles, menos emisiones de CO2 a la atmósfera, etc.). En el vapeo resulta difícil ya que, aunque sí existen líquidos de marcas nacionales, los dispositivos suelen venir principalmente del mercado chino. Para ello, una buena recomendación es que aunque compremos dispositivos fabricados en el extranjero,  es preferible adquirir  dispositivos de calidad que tengan una vida útil más amplia y evitar tener que cambiarlos a menudo.

En general, dentro del ciclo de vida del tabaco y según se ha mostrado en un reciente informe del Programa Medioambiental de las Naciones Unidas, si la industria tabacalera tuviera que pagar por los daños que causa, jamás daría beneficios. Es obvio que fumar es perjudicial tanto para las personas como para el medioambiente. El vapeo también conlleva algunos costes ambientales asociados y seguramente poco a poco se irán dando pasos para que cada vez sean menos.

Mientras tanto, los usuarios preocupados por el medioambiente pueden seguir estas pautas que hemos comentado para reducir al máximo el impacto que produce cada persona. Pasarse al vapeo es sin duda una decisión muy beneficiosa para la salud y también es una opción más respetuosa par el planeta.