Desmontando mitos sobre el vapeo

mitos sobre el vapeo

Todos sabemos lo que es, coger un periódico, encender la televisión, echar un vistazo en las redes sociales… y lo que nos espera al acecho: más historias inventadas para asustar a la gente sobre el vapeo. Todos los días es posible encontrar alguna nueva.

Las noticias parecen estar llenas de mentiras y exageraciones sobre el vapeo —todas ellas basadas en supuestas investigaciones de estudiosos fiables—. Qué puedes hacer cuando un compañero de trabajo te trae una de esas historias revuelve estómagos y rechina dientes, y te dice: “eh, tu vapeas, ¿no?”.

Depende de nosotros comenzar a cambiar la percepción general sobre el vapeo.

Probablemente sabes que la mayoría de esas historias están basadas en un simple y pobre estudio que no demuestra nada. Lo que necesitas son sólidas investigaciones que arrojar luz sobre cualquier duda. Incluso más importante, necesitas tener la ciencia preparada para resolver las dudas de los que son fumadores.

Podemos ayudarte. Aquí tienes algunos temas habituales relacionados con la mala prensa del vapeo y estudios que las abordan.

10 estudios que puedes usar para cambiar la opinión de la gente

1 – El vapor no es peligroso para los vapeadores pasivos

El experto en toxicología de la Universidad de Drexel, Igor Burstyn, llegó a la conclusión de que no existe riesgo para los vapeadores pasivos cuando respiran el vapor de los cigarrillos electrónicos. Este estudio fue llevado a cabo por crowdfunding a través de CASAA.

“La exposición de los vapeadores pasivos son probablemente mínimas, por ello no revisten en apariencia de importancia”, expuso Burstyn.

Peering through the mist: systematic review of what the chemistry of contaminants in electronic cigarettes tells us about health risks – Igor Burstyn

2 – Vapear puede mejorar la función pulmonar en los fumadores

Existen diversos estudios que no han encontrado efectos dañinos para los pulmones en el vapeo. Uno de los más notables es el descubrimiento del doctor Polosa, que encontró que para los fumadores asmáticos, pasarse al vapeo —o incluso usar cigarrillos electrónicos para reducir el consumo de cigarrillos— ha mejorado sus funciones pulmonares.

“El cigarrillo electrónico puede ayudar a los fumadores con asma a reducir el consumo de cigarrillos o a dejarlo, y por lo tanto a reducir las molestias de los síntomas del asma relacionados con el tabaco”, escribió Polosa. “Los hallazgos positivos observados con los cigarrillos electrónicos nos permite avanzar la hipótesis de que estos productos pueden ser valiosos para dejar de fumar y/o reducir los daños en pacientes fumadores con asma”.

Effect of Smoking Abstinence and Reduction in Asthmatic Smokers Switching to Electronic Cigarettes: Evidence for Harm Reversal – Riccardo Polosa, et al.

3 – La nicotina por sí sola no es enormemente adictiva

La nicotina no es tan adictiva como la heroína —o la cocaína o cualquier otra droga como algunos no-expertos intentan arrojar para asustar a los lectores—. Muchos de los estudios se cuestionan las creencias habituales sobre el poder de adicción de la nicotina. El experto francés, doctor Etter, encontró el vapeo mucho menos adictivo que fumar y mucho más cercano a los productos terapéuticos de reemplazo de nicotina.

“Algunos usuarios de cigarrillos electrónicos eran dependientes a cigarrillos electrónicos con nicotina, pero estos productos eran menos adictivos que los cigarrillos de tabaco”, según Etter y Eissenberg. “Los cigarrillos electrónicos pueden ser tan adictivos o incluso menos que los chicles de nicotina, los cuales no son muy adictivos”.

Dependence levels in users of electronic cigarettes, nicotine gums and tobacco cigarettes – Jean-Francois Etter y Thomas Eissenberg

4 – Los cigarrillos electrónicos no están repletos de formaldehídos

Probablemente has oído hablar de la infame “carta formaldehido” que apareció en el Diario Médico de Nueva Inglaterra, en el que varios investigadores de la Universidad Estatal de Portland hallaron que el sobrecalentamiento de algunos claromizadores primitivos daba como resultado lo que ellos afirmaban que eran peligrosas emisiones de formaldehido. El problema es que solamente las máquinas con las que realizaron el estudio son capaces de seguir inhalando el vapor de una resistencia quemada a pesar del horrible sabor.

El estudio en el que se basaba la carta ha sido refutado en muchas ocasiones, aunque uno de los mejores fue un ensayo del doctor Konstantinos Farsalinos que mostraba la réplica al estudio de la Universidad Estatal de Portland. En él describía en detalle cómo los otros investigadores utilizaron máquinas que reproducían el acto de fumar para producir lo que los vapeadores llamamos “dry puffs” (caladas con sabor a quemado), que ningún vapeador inhalaría. Así llama la atención a los científicos de la PSU.

“De hecho, tal prueba de los cigarrillos electrónicos no es muy distinta a quemar la comida hasta el punto de convertirla en un pedazo incomible de carbón y después asumir que los consumidores se la comerían y estarían expuestos a los componentes cancerígenos resultantes en su rutina diaria”, expuso el doctor Farsalinos. “Se debe aceptar que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que fumar, tal omisión puede resultar en la malinterpretación involuntaria de los fumadores que les lleve a pensar que hay poco que ganar al pasarse a los cigarrillos electrónicos”.

E-cigarettes emit very high formaldehyde levels only in conditions that are aversive to users: A replication study under verified realistic use conditions – Konstantinos E. Farsalinos, Vassilis Voudris, Alketa Spyrou, Konstantinos Poulas

5 – Los sabores dulces de los líquidos van dirigidos a los jóvenes

Todo vapeador ha escuchado la exasperante afirmación de que los sabores dulces o afrutados están dirigidos a los jóvenes. Sabemos que los vapeadores adultos utilizan los sabores para alejarse de la experiencia de los aromas a tabaco. ¡Y lo sabemos porque todos hemos pasado por ello!

“Entre los clientes de tiendas de vapeo en Estados Unidos que utilizan cigarrillos electrónicos con nicotina para dejar de fumar, que vapean más, que utilizan dispositivos de última generación y usan líquidos con sabores distintos al tabaco y a los mentolados, parece existir una conexión con los altos porcentajes en dejar de fumar”, escribieron los autores.

6 – Vapear es notablemente menor en toxinas que fumar

Cada semana aparecen estudios que dicen algo sobre el vapor. No obstante, muchos estudios —incluyendo este del doctor Maciej Goniewicz y otros— han demostrado que los tóxicos están a niveles muy, muy inferiores de aquellos que se encuentran al fumar cigarrillos.

“Tras pasar del tabaco a los cigarrillos electrónicos, la exposición a la nicotina permanece igual, mientras que la exposición a distintos cancerígenos y tóxicos se ve sustancialmente reducido”, afirman los autores.

– Maciej Goniewicz, et al.

7 – Vapear puede ayudar a la gente a dejar de fumar

Ha habido al menos tres estudios solamente en 2017 que apoyan el vapeo como un modo viable para reducir o dejar el consume de cigarrillos. Estos estudios bien diseñados de la Universidad de California-San diego —sorprendentemente de uno de los centros neurálgicos del mundo anti-vapeo— utilizó datos del Censo de Estados Unidos para mostrar que el vapeo ayuda a más fumadores a dejarlo, y que los fumadores que vapean tienen éxito a la hora de dejarlo más a menudo.

“El uso de cigarrillos electrónicos estaba asociado tanto a la alta tasa de individuos que dejan de fumar, como a nivel de población; llevando a un aumento del número general de personas que lo dejan”, según el autor Shu-Hong Zhu.

E-cigarette use and associated changes in population smoking cessation: evidence from US current population surveys – Shu-Hong Zhu, Yue-Lin Zhuang, Shiushing Wong, Sharon E Cummins, Gary J Tedeschi

8 – Vapear no es una pasarela hacia fumar tabaco

La afirmación de la pasarela es una de las más feas sobre el vapeo, y todo estudio que intenta demostrar esta pasarela suele tener fallos importantes en la medodología o una mínima muestra.

Estos respetados investigadores del tabaco no encontraron pruebas de dicha pasarela, e incluso piden a sus colegas hacer un hueco al vapeo como herramienta para prevenir el consumo de tabaco.

“Mientras que existen investigaciones que apoyan ambas partes del argument, concluimos que, en la actualidad, los jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos son menos probables que aumenten la cantidad de futuros consumidores de cigarrillos”, dijeron Kozlowski y Warner. “¿Es posible que podamos hacer el pastel y también comérnoslo? Tal vez, especialmente si las políticas intensivas sensatas de reducción de daños pueden ganarse un lugar en los modernos esfuerzos sobre el control del tabaco”.

Adolescents and e-cigarettes: Objects of concern may appear larger than they are – Lynn Kozlowski y Kenneth Warner

9 – Vapear NO es tan malo para ti como fumar

Según este estudio de un grupo de reputados investigadores británicos y americanos, los fumadores que se pasan al vapeo reducen drásticamente los riesgos para su salud.

“El uso a largo plazo de terapias de reemplazo de nicotina y de cigarrillos electrónicos, aunque no el uso conjunto de terapias de reemplazo de nicotina o cigarrillos electrónicos con cigarrillos de combustión, está asociado con una notable reducción de los niveles de cancerígenos y toxinas encontradas relacionadas con el consumo de cigarrillos de combustión”, escribieron.

Nicotine, Carcinogen, and Toxin Exposure in Long-Term E-Cigarette and Nicotine Replacement Therapy Users: A Cross-sectional Study – Lion Shahab, PhD; Maciej L. Goniewicz, PhD; Benjamin C. Blount, PhD; Jamie Brown, PhD; Ann McNeill, PhD; K. Udeni Alwis, PhD; June Feng, PhD; Lanqing Wang, PhD; Robert West, PhD

10 – El vapor posee un riesgo mínimo de cáncer

Este estudio de un investigador de la Universidad de St.Andrews (Reino Unido) midió el potencial cancerígeno del vapor, calentar-sin-quemar, y productos del tabaco, utilizando medidas publicadas de análisis químicos de emisiones. Después encontró un método para expresar las medidas de vapor y de humo en unidades comunes. 

Encontró que el riesgo de cáncer para vapeadores utilizando dispositivos con ajustes normales de potencia era casi tan bajo como el riesgo de utilizar productos de terapia de reemplazo de nicotina —menos del 1% del riesgo de fumar—.

“Múltiples grupos anti-tabaco y departamentos de salud han defendido repetidamente que vapear no es menos peligroso que fumar, pero esta afirmación es falsa”, escribió el doctor Michael Siegel, de la Universidad de Boston sobre este estudio, “y el presente estudio añade mucho a la prueba sustancial de que mucho más seguro que fumar”.

Mucha gente no sabe mucho (o nada) sobre el vapeo. Lo que conocen es lo que ven en la prensa, en la televisión o en las redes sociales. No se les puede culpar. No podemos esperar que todo el mundo sea un experto en todo. Pero depende de nosotros comenzar a cambiar la percepción general sobre el vapeo. 

Hay que tener siempre en cuenta un punto importante: aunque vapear puede conllevar ciertos riesgos, los beneficios de dejar de fumar son tan enormes que empequeñecen los riesgos potenciales del vapeo. No importan los peligros remotos que aparezcan en estudios a pequeña escala con muestras reducidas, vapear es mucho más seguro que fumar.

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