Consejos para potenciar el sabor en tu vaper

Sabor vapeo

En el mundo del vapeo, existen tantos tipos de vapeadores como dispositivos. Unos prefieren cigarrillos electrónicos potentes que consiguen hacer impresionantes nubes, otros prefieren un vapeo discreto y más parecido al cigarrillo tradicional, los hay que prefieren un gran golpe de garganta, los que prefieren la sensación que les provocan las sales de nicotina, o los que buscan que el sabor sea excepcional y fiel a lo que nos proponen las marcas.

Si eres de estos últimos vapeadores existen algunos consejos y recomendaciones que pueden ayudarte a conseguir potenciar al máximo el sabor de tus líquidos.

El primero de ellos estaría relacionado con el modo de vapeo. Bien escojas el control de potencia o el control de temperatura, según los ajustes que selecciones, los líquidos tendrán un rendimiento u otro. Esto va a su vez asociado al tipo de resistencia que estemos usando. Hoy en día, casi todas las resistencias llevan indicado en un lateral el rango de potencia en el que mejor desempeño tienen. Algo similar sería si pensamos en comida, donde no es lo mismo disfrutar de un plato que se queda poco hecho o muy hecho a tomarlo en su perfecto punto de cocción. Esto es igual si lo aplicamos a los líquidos. Es recomendable ir probando con los ajustes hasta que encontramos el punto justo en el que nos sentimos cómodos con el vapeo y el sabor es más fiel. Normalmente esto se hace escogiendo la potencia mínima que marca la resistencia e ir subiendo poco a poco de manera progresiva.

Otro consejo sería ajustar el flujo de aire. Normalmente, un flujo de aire más abierto contribuye a conseguir nubes más grandes. Si reducimos el flujo de aire esto hace que la calada sea más cerrada y se concentre el sabor. Recuerda que no puedes cerrar el flujo de aire al completo, ya que no podrás vapear (no saldrá vapor) y se puede recalentar el atomizador incluso hasta el punto de que se rompa el cristal del tanque. Igual que con el control de potencia, se suele recomendar comenzar con el control de flujo de aire bastante cerrado y abrirlo poco a poco hasta encontrar un buen equilibrio y el punto en el que nos sentimos cómodos. Respecto a dónde esté situado el flujo de aire en un atomizador, normalmente los tanques que tienen su flujo de aire incidiendo desde la parte inferior  y dirigidos hacia la resistencia suelen estar diseñados para conseguir un mejor sabor.

Las resistencias también juegan un papel importante en la consecución del sabor. Los primeros atomizadores solían tener las resistencias ajustadas en la cubierta superior, lo que hacía que a veces no consiguiesen empaparse correctamente o que dieran caladas con sabor a quemado. Después llegaron las resistencias sub-ohm que permitían una mayor producción de sabor y vapor. Finalmente llegaron los atomizadores reparables, que permitían lo que muchos consideran la experiencia definitiva de vapeo. Este tipo de atomizadores permiten un vapeo más personalizado, pero requieren de una mayor experiencia ya que hay que fabricar y/o montar las resistencias, añadir el algodón, ajustar las resistencias para que se calienten de manera apropiada desde el centro hacia el exterior, etc. Con este tipo de atomizadores y resistencias se consigue sin duda el sabor más puro que puede proporcionar un dispositivo.

El tipo de algodón puede influir también en cómo se transmite el sabor al vapear. En las primeras resistencias, el material que utilizaban alteraba el sabor de los líquidos. Actualmente, el algodón suele considerarse como el mejor material para el vapeo y, dentro de este, el algodón orgánico japonés ya que permite una buena absorción además de una gran calidad a precios económicos. Si quieres saber más sobre los distintos tipos de algodón, puedes echar un vistazo a esta entrada sobre tipos de algodón para RDAs que le hemos dedicado recientemente.

La proporción de glicerina vegetal y de propilenglicol de nuestros líquidos también influye en el sabor que podemos conseguir. Cuanto más alto sea el nivel de PG, mejor se transmite el sabor (además del golpe de garganta). Cada vapeador busca un cierto tipo de vapeo, por lo que encontrar tu porcentaje ideal entre sabor y vapor es algo muy personal. Normalmente, un porcentaje de 50/50 suele conseguir ambas cosas, un buen vapor y un óptimo sabor y golpe de garganta.

Aunque parezca un detalle insignificante, el tipo de boquilla que utilicemos también va a tener repercusión en el sabor y el vapor que obtenemos. Hay muchas disponibles en el mercado, más amplias o estrechas, alargadas o cortas e incluso fabricadas en distintos materiales. También muchos atomizadores suelen llevar varias boquillas incluidas, además de un adaptador en caso de poder alternar entre las 510 y las 810. Muchas otras marcas tienen también boquillas exclusivas (que se suelen conocer comúnmente como drip tips propietarias). Normalmente las boquillas más anchas favorecen la producción de vapor.

Por último, algo que parece obvio es la limpieza. Cuanto más limpio esté tu tanque y más nueva la resistencia, mejor sabor será capaz de conseguir y mejor, por lo tanto, la experiencia de vapeo. Normalmente las resistencias suelen durar entre 5-7 días (dependiendo del uso, la potencia, etc.). Una vez vayan pasando los días con la misma resistencia iremos notando cierto descenso en la calidad del sabor. Hay resistencias que, aunque no den el sabor a quemado característico cuando una resistencia ha terminado su vida útil, se puede notar que ya es momento de cambiarla por la disminución notable en el sabor o el vapor. En los algodones de un atomizador reparable, lo ideal es cambiarlo cada día o dos días.

Así pues, aquí tenéis varias opciones y consejos con los que, siempre que los tengáis en cuenta y los sigáis habitualmente, pueden ayudaros a potenciar el sabor de vuestros líquidos y a mejorar aún más si cabe vuestra experiencia de vapeo.

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