Cómo conservar los líquidos de la manera más apropiada

Conservar líquido para vapear

Existen multitud de factores que tienen que ver con la conservación apropiada de los líquidos. Hay que tener determinados cuidados con los líquidos, tanto con los ya listos para el vapeo como con los que nosotros podamos crear por medio de la alquimia, para evitar que puedan perder sabor o estropearse. Si el líquido está bien conservado, debería de proporcionar un buen sabor, pero si no es así, el sabor puede haberse apagado o afectar a la experiencia de vapeo. Aquí te hablamos de cuándo podemos considerar que un líquido se ha estropeado, además de algunas causas que pueden dar al traste con tus líquidos.

Los principales motivos que pueden acabar con nuestros líquidos y empeorar nuestra experiencia de vapeo son principalmente cuatro: el agua, el aire, la luz y el calor.

El agua es una de las peores cosas que pueden pasarle a los líquidos. Esta puede destruir la experiencia de vapeo. Desde la sensación de vapeo, el sabor o incluso la duración de las resistencias. El agua puede hacer estragos en tu resistencia o en el algodón, quitando el sabor, e incluso provocando algo de tos. Es algo bastante desagradable, y puede deberse a varias causas.

Lo normal es que ocurra si dejamos el bote de líquido abierto. La glicerina vegetal, como ya sabemos, es higroscópica, lo que significa que absorbe la humedad a su alrededor. Esta es la causa también de que notemos sequedad en la boca cuando vapeamos demasiado y la razón por la que es importante para los vapeadores estar bien hidratados.

Esto también significa que cuando dejas tu líquido abierto, sobre todo en ambientes húmedos, la glicerina va a absorber la humedad del aire y va a mezclarse con el líquido dando como resultado un  sabor menos potente. Así que el remedio es sencillo. Debes recordar mantener tus líquidos cerrados

Aunque parezca un tanto increíble, el aire puede reducir el sabor de los líquidos. De nuevo, se recomienda cerrar siempre los líquidos, no solo por cuestiones de humedad sino también por la oxigenación de los aromas. Los componentes de los aromas se evaporan y la base de propilenglicol y glicerina vegetal ayuda a “sellar” esos aromas. Hay que procurar no dejar abiertos los botes de líquido, para evitar perder parte del aroma o, dependiendo del ambiente en el que estemos, que este pueda mezclarse con otros aromas y verse alterado. El aire también descompone la nicotina, lo que va confiriendo a los líquidos de un tono más oscuro. En definitiva, lo mejor es cerrar bien el bote de líquido cada vez que recarguemos nuestro tanque.

El calor puede alterar seriamente el sabor de los líquidos. El calor ayuda a que los aromas se evaporen, restándoles sabor. También, al igual que ocurre con el aire, puede degradar la nicotina del líquido rápidamente. Evita siempre dejar tus líquidos en sitios cercanos a fuentes de calor o del propio sol.

Algo bien sabido para todos los que crean sus líquidos mediante la alquimia, es que los líquidos deben conservarse alejados de la luz y a una temperatura óptima. La luz del sol afecta principalmente a la nicotina. Los rayos ultravioletas descomponen la nicotina cambiando el color del líquido y apagando el sabor. Es preferible que los frascos, ya sean de plástico o vidrio, sean siempre oscuros, lo que ayuda a proteger a los líquidos de los efectos de la luz solar.

Lo mejor es siempre tener cuidado de conservar los líquidos, ya sean comprados o fabricados por nosotros mismos, en el lugar idóneo, un sitio apartado de la luz y del calor, además de perfectamente cerrados. Tampoco es conveniente moverlos constantemente. Es suficiente, sobre todo con nuestras creaciones de alquimia, agitar el frasco una vez al día mientras esté en su proceso de maceración, para que se mezclen bien los componentes, glicerina vegetal, propilenglicol, aromas y nicotina. Posteriormente resulta menos necesario, ya que una vez el sabor se ha unificado, lo único que puede pasar es que si los movemos a menudo de manera violenta se cree aire en el interior y la mezcla pierda sabor.

Conviene almacenar los líquidos de manera concienzuda, siguiendo esos pocos pasos para que nuestros líquidos dispongan de la mejor de las calidades y que proporcionen siempre una óptima experiencia de vapeo.

Cómo saber si tu líquido se ha estropeado

Cuando pensamos en que un líquido “se ha estropeado”, mucha gente puede pensar en alimentos que se descomponen cuando pasan su fecha de caducidad, y no es el caso. Los líquidos no poseen ingredientes que se puedan descomponer de la misma manera que lo haría la comida. Cuando un líquido se estropea no resulta peligroso en el sentido de que le vaya a crear moho o bacterias.

Los líquidos, cuando se estropean simplemente significa que no van a producir la misma experiencia satisfactoria de vapeo. Las moléculas de los líquidos se ven alterados al estar expuestos principalmente al oxígeno. Esto hace que ciertas moléculas se evaporen como las que mantienen el sabor o las de la nicotina. Por ello, pasado cierto tiempo, los líquidos no nos van a resultar placenteros.

Además, un líquido que se ha estropeado posiblemente no transmita el mismo golpe de nicotina que muchos vapeadores buscan cuando adquieren un cigarrillo electrónico tipo mod o pod.

En general, un líquido puede tener una vida de unos dos años. Este es el tiempo que pasa hasta que el líquido se modifica a nivel molecular hasta llegar a interferir con su capacidad de satisfacer las necesidades de un vapeador. No obstante, muchos vapeadores encuentran que determinado tipo de sabores pierden su punto pasado un año.

Mucho de esto tiene que ver con los ingredientes con los que se fabrican los líquidos. Por ejemplo, se cree que los sabores a frutas tienden a aguantar menos que los que tienen aromas a tabaco o mentolados.

¿Cómo puedo saber si mi líquido se ha estropeado?

Existen varias formas de descubrir si un líquido ya no está en condiciones de disfrutarlo. La primera de ellas sería simplemente observar la botella. Si tu líquido está mucho más oscuro que cuando lo compraste, posiblemente pueda estar estropeado. Otra de las características es que el líquido se haya vuelto mucho más denso y espeso. El olor también puede darnos una pista. Si huele un tanto añejo, rancio, amargo o solo se percibe una única nota, posiblemente ya no esté bien. Por último, una aclaración que resulta obvia, si al vapearlo notamos que el sabor ha cambiado, sabe raro, o simplemente el sabor prácticamente ha desaparecido, es una señal inequívoca de que se ha estropeado.

En definitiva, hay que tratar de cuidar nuestros líquidos ya que, aunque no es peligroso vapear un líquido “caducado”, sí que afecta a nuestra experiencia de vapeo. Siempre es preferible disfrutar de un líquido con todo su sabor y su golpe de garganta y así conseguir evitar, para todos aquellos que se adentran en el vapeo para dejar de fumar, la posibilidad de regresar a los perniciosos cigarrillos tradicionales.

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